martes, 7 de noviembre de 2023

Capítulo 2 - La Cena

 

La Novia

Capítulo 2 - La cena 🥂

Mientras iban de camino al restaurante Sara ya notó algo que no era como siempre. Gabi estaba nervioso, impaciente en cada semáforo, nunca le había visto conducir así.

La ruta elegida también le hizo sospechar, porque siempre que salían a cenar lo hacían por la misma zona de copas donde luego tomaban algo. Esa noche no habían ido al mismo lugar, ni habían seguido el mismo camino, de hecho en algún momento hasta parecía que Gabi se había perdido o que no sabía muy bien a dónde iban.

 

Sara y Gabi camino de su nueva vida
–¿Con quién hemos quedado después?

Le preguntó Sara para ver si averiguaba algo.
–Pues con estos, ya sabes, los de siempre. Nunca se sabe del todo quién aparecerá y quién no.

  

De repente se pararon delante de la puerta de lo que parecía una casa particular. Gabi llamó al timbre y un hombre con camisa, pajarita y tirantes caídos sobre el pantalón abrió la puerta.

–Bienvenidos a Taste Atelier, adelante.

Sara se quedó muda, con la boca seca y flipando en colores. ¿A dónde la había llevado Gabi? ¿De qué iba todo aquello?

Uno de los mejores restaurantes de la ciudad, ella había leído algo en Instagram sobre ese sitio, pero no se imaginaba que aquel adosado en una zona residencial de la ciudad, escondía en su interior un famoso restaurante tan bien valorado en las guías gourmet.

Pasaron, se sentaron y cenaron. Era un menú degustación cerrado, en el que probaron cosas que Sara no sabía ni pronunciar. Menudo despliegue de medios se había marcado Gabi, aquí había tema pero vamos!

Disfrutaron de la cena, charlaron, rieron, poco a poco, y gracias al vino, los dos perdieron los nervios. Hasta que llegó el postre y Gabi se puso serio.

El camarero les sirvió una copa de cava a cada uno junto con el postre y se marchó.

Gabi, cogió a Sara de la mano.
 
Me muero de los nervios
–Sara, quiero decirte algo.
–¡No me asustes Gabi!

Aunque en realidad por dentro estaba chillando de la emoción, se contuvo.

–Llevamos juntos ya 3 años, que se me han pasado volando y, la verdad es que me gustaría pasar contigo muchos más, de hecho, todos los que nos queden por delante.
–¿Hasta que seamos viejos?
–Sí, hasta que seamos viejos. Sé que cuando ha salido el tema siempre te he dado largas, porque ya sabes que los planes no son lo mío… pero no quiero que pienses que no te quiero o que no quiero pasar el resto de mi vida contigo… así que allá va…

Entonces sacó una cajita del bolsillo, la puso delante de Sara y dijo las palabras mágicas:

–¿Te casarías conmigo? 

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