Llega ese día en el que tu hermana te mira con una sonrisa,
con la cara iluminada, la misma cara que puso cuando te contó que había conocido
a su Fulanito, y te suelta la BOMBA: Zutanita, ¡¡¡me caso!!! En ese momento te
da un vuelco el corazón, sientes una alegría gigante, te abrazas con tu
hermana, la besas, gritáis, cantáis, y prometes mantener el secreto hasta que
se lo cuente a tus padres, por su puesto. Todo es maravilloso, empiezas a
pensar en un montón de cosas chulas que podría hacer en su boda, en el qué te
pondrás, en el traje de novia... sin
saber que todo eso es ¡¡¡UNA TRAMPA!!!
Ninguna hermana de una novia sabe que lo que le espera desde ese momento
hasta el día “D”, es un autentico caos, estrés, nervios y en algunos casos mucha,
pero que mucha desesperación!
El comunicado se hace oficial en la familia, y siempre hay
una madre, un padre, una tía, una prima, alguien que se empieza a volver loca y
por lo tanto a los demás: ¿y ya has mirado el vestido? ¿Y las invitaciones? ¿Y
dónde es la ceremonia? ¿Y porqué no te casas en la iglesia del pueblo, con lo
bonita que es? ¿Y vas a invitar a los primos de Sebastopol? En ese momento en
el que la novia no quiere amargarse el día con la noticia, la tía de turno,
totalmente poseída por el espíritu wedding, mira a la hermana de la novia, y le
hace las mismas preguntas: Mira a ver si se compra el vestido aquí, convéncelos
para que se casen allá… pero chicas, a todas las hermanas de novias de España,
QUE NO CUNDA EL PANICO.
Soy la pequeña de tres hermanas, y las dos mayores ya están felizmente
casadas, así que os voy a contar todo lo que he aprendido para disfrutar de la
boda de tu hermana y no morir en el intento.
Durante los preparativos todo fluye con más o menos
normalidad, el vestido, el lugar, los detalles… lo complicado empieza un par de
meses antes de la boda, cuando parece que el mundo se acaba, parece que está todo sin hacer y que la boda se nos echa encima!!! Aquí es cuando las hermanas tenemos
que actuar. Os va a dar la sensación en muchas ocasiones de que sois vosotras
las únicas personas que pensáis en pequeños detalles, que ni si quiera los
novios han pensado en ello. Por ejemplo, ¿Alguien ha pensado un plan B por si
llueve? ¿O se ha comprado tu hermana la ropa interior? ¿Tiene ya cerrada la
hora de la manicura? Y un millón de preguntas más. Pues bien chicas, no os preocupéis,
mi consejo es que cojáis papel, boli y paciencia, y empecéis a actuar como Jennifer
López en la peli Planes de Boda. Todo lo que os vaya ocurriendo se apunta, y el
día que os parezca quedáis con vuestra hermana y repasáis la lista, pero
siempre con una respuesta, con una solución a las cuestiones que se plantean (no
hay nada peor que una hermana a punto de casarse en crisis). Seguro que hay
cosas que ella ya tenía en mente o incluso cerradas, pero así os aseguráis y os
quedáis tranquilas.
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Todas queremos una J.LO el dia de nuestra boda |
La semana anterior a la boda es un poco… como diría…. difusa,
ya que te toca hacer cosas familiares como recibir a la familia que viene de fuera, echar
una mano con la comida del día de después, confirmar o tachar de la lista a algún
que otro invitado despistado pero también tienes que hacer cosas de hermana como hacer tilas, decirle
que su traje es precioso y que le sienta de maravilla (hay un porcentaje, en mi
caso del 50% en el que los días previos entran en bloqueo y tienen dudas sobre
su vestido), repasar mentalmente el día de la boda para comprobar que no falta nada y que
está todo en perfecto estado, ayudar a organizar las mesas (eso es lo peor sin
duda), recoger las flores, regalos, detalles… Todo esto le toca a la hermana y hay que hacerlo chicas, ya
que la novia suele estar en peluquería, manicura, masajes… justo en el momento en el que hay que hacer más cosas, pero bueno, es ella la que se casa ¿no?
Por fin, llega el día de la boda, y te vas a la peluquería a
que te den una mano de cachapa y pintura, porque estas agotada!! Y cuando
llegas a casa monísima, estupenda, con tu vestido ideal, empieza el trabajo
duro. Chicas, es vuestra hermana y ese es su día, tenemos que hacer lo posible
porque esté totalmente despreocupada de cualquier problema que pueda surgir en
la boda, desde la cola de su vestido, pasando por que en el restaurante se han
confundido de vino hasta que el equipo de música está fallando a la hora del
baile, de todo esto LA NOVIA TIENE QUE SER AJENA. Esa es la misión de una
hermana.
Por lo tanto y dicho esto, hasta que no comienza el baile, los
tacones se quitan, la cola se recoge y ya estamos todos tranquilos, una hermana
no empieza a disfrutar al 100%.
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¡¡Empieza la fiesta chicas!! |
No obstante, la boda de una hermana es un día precioso,
lleno de emociones, y en el que todo ese esfuerzo y ese estrés que pasas merecen
la pena. Solo hay que tener clara una cosa para ser la perfecta hermana, y es
que hay que pensar que es su día, que lo tiene que disfrutar ella con su chico,
por lo tanto hay que dejar que hagan lo que les apetezca pero también intentar
dar claridad a los momentos de enajenación producto de los nervios…
Yo me casaré, y mis hermanas estarán allí seguro. Me casaré por amor con mi Fulanito, pero también me casaré por venganza.
Nos vemos en la boda.