Cuando una piensa en la palabra "boda” te vienen muchas cosas a la cabeza pero no tantas como las que realmente son. Por si no lo sabéis,
SON MUUUCHAS! Tantas que si las pensáramos
antes, muchas decidiríais no casaros.
Lo primero que una piensa es en el vestido, después el
lugar, luego el banquete... Cuando todo eso está claro, es cuando viene lo
complicado: Invitaciones, detalles, flores, colocación de las mesas, qué hacer
con los niños… y cuando todo eso también está decidido nos damos cuenta de
que nuestra boda queda sosa, impersonal, sin un toque original y divertido, y
es aquí cuando entramos en crisis!!!!
Pues bien chicas, la solución a esa crisis es que ¡LAS BODAS HAY QUE DECORARLAS! Sí, sí, decorarlas. Una boda no deja de ser un evento, una
fiesta pero además queremos que sea la mejor, pues bien, toda fiesta que se precie
tiene una temática ¿no? ¡Pues nuestra boda también! No iba a ser menos!
Elegid un color, un tema, un estampado, una estación, un
mes, un lugar, un motivo e impregnarlo en los elementos de vuestra boda. Por ejemplo, un color: Si vuestro color favorito es el rojo, podéis
inspirar la boda en ese color: Invitaciones con toques rojos, detalles rojos, la chuches del
candy-bar nos van a dar mucho juego, podemos jugar con distintos tonos de rojos, en la zona de los niños también podemos incluir elementos rojos, photobooth con tonos rojos… (Te suena de algo Menganita…???) Tampoco hay que pasarse, hay que jugar con el equilibrio de los colores o de la temática que elijáis, no hay que forrar la boda de un color en concreto, lo mejor es jugar con una paleta de varios tonos que combinen.
De este modo toda la boda, desde el momento en el que alguien recibe la invitación, hasta que se come la ultima chuchería al final de la barra libre al borde de la inconsciencia etílica, se encuentra en una boda personal, temática y sólo vuestra.
Esto es muy bonito y queda fabulosamente, pero siento
comunicaros que LLEVA UN CURRO DE LA OSTIA! LLEVA BASTANTE TRABAJO! Así que tenéis dos opciones:
Engañar a alguna amiga creativa (y pringada y que tenga tiempo aunque no sea creativa) que os eche una mano, o contratar una empresa
especializada en la decoración de bodas, aquí entramos nosotros para echaros una manita... ;) FULANITO Y MENGANITA
Como dicen en mi pueblo, con “perricas chufletes”, es decir
que si la economía nos lo permite es mucho mejor gastarse un poquito más y contratar a alguien con experiencia que se encargue de esto.
Nosotros, por ejemplo, nos ajustamos al presupuesto que tienes y en función de éste buscamos los recursos para decorar tu boda y que quede estupenda. Además te evitarás un montón de quebraderos de cabeza para que la decoración quede bien.
Lo mejor es elegir una temática con un profesional y
que luego éste te aconseje o simplemente decore según lo que le hayáis contado. Es
una preocupación muy grande que te quitas de encima y además estás con la tranquilidad de
que tu boda va a quedar estupenda.
En la boda de Daniel y Estefanía los colores eran los tostados y dorados, además querían que su decoración tuviera un guiño invernal y navideño, por eso colocamos unas velas y unas piñas decoradas. |
Llevar a cabo la decoración completa de una boda lleva mucho trabajo, pero merece
la pena chicas. Una boda decorada y la misma sin decorar parecen dos bodas totalmente
diferentes.
Mi boda estará decorada, eso lo tengo claro, porque quiero que mi boda transmita nuestra forma de ser y nuestros gustos... Todavía no tengo pensada la temática, pero todavía tengo tiempo... ;)
¡Nos vemos en la boda!
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